A las débiles cifras de ventas minoristas, la economía de Estados Unidos sumó el jueves otro dato preocupante: la inflación de marzo creció otra vez por debajo de lo esperado.
Sin embargo, nada de ello parece haber afectado en demasía al dólar, que volvió a ganar en la víspera ante el euro y la libra.
El clima optimista, y las alzas de las monedas de países emergentes ante el dólar, tal vez las únicas en lograrlo claramente, vienen de la mano de la fuerte recuperación del petróleo, que se afirma sobre los 40 dólares por barril WTI.
Con este panorama se enfrentará el domingo, cuando se produzca la llamada cumbre de Doha, a la que acudirán gran parte de los países productores de petróleo, muchos de los cuales ya anticiparon que no votarán ningún acuerdo que incluya el congelamiento de producción.
Si no hubiera acuerdo,como todo parece indicar, este buen clima se revertirá desde el lunes, con el barril otra vez a la baja, y la consiguiente alza del dólar en países emergentes, y alzas de monedas refugio como el euro y el yen.
De todas formas, es mejor no anticiparse: son muchas las opiniones que sostienen que al final habrá acuerdo, y que el petróleo se alejará definitivamente de sus mínimos de 7 años, que tocó el 11 de febrero pasado.
Huelga decir que la apertura de la sesión asiática del lunes traerá movimientos fuertes e imprevisible sen la mayoría de los pares de divisas. Buena oportunidad de negocios.
El viernes no promete ser el de mayor volatilidad entre las monedas. Si bien se conocerán datos relevantes, como el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan y el índice de la Fed de Filadelfia, parece ser mucho lo que se juega el domingo como para tomar posiciones de excesivo riesgo.
Los movimientos del viernes asoman en principio contrarios al dólar, con el euro encabezando un nuevo ataque ante la divisa norteamericana, y el yen buscando otra vez la zona de 109. La libra Esterlina, en tanto, no parece poder alejarse de sus mínimos de la semana.