La resistencia de los 1350 en el spot del oro fue superada recientemente, renaciendo las esperanzas de los grandes portavoces del metal amarillo que aconsejan comprar siempre y en toda ocasión. Pero notamos que el sentimiento alcista ha salido a flote demasiado rápido y ello no suele suceder en una etapa temprana de un gran movimiento.
Si bien hemos visto muchos bajistas en el último suelo de 1180, eso también lo vimos antes de la ruptura de los 1527, por lo que hablar de sentimiento inversor en el oro es a priori tarea complicada. Lo mismo ha sucedido con la gran cantidad de posiciones cortas en aquella y en esta última ocasión.
Y cuando hay extremos y además se trata de unos muy poco usuales, como el de récords históricos, es más fácil estimar que estamos en un punto de inflexión. Pero repito, no siempre funciona.
Ahora bien, insistiendo sobre los 1350 dólares la onza, esa parece ser la zona clave. Con la actual estructura, el movimiento desde los 1180 es "de momento" correctivo, es uno pequeño y no parece de impulso. Por lo tanto, perdido el nivel mencionado, recelaríamos de estar largos en el oro porque al margen de lo que crea la mayoría (y la mayoría usualmente está equivocada en el mercado) pueden ir a buscarse nuevos mínimos y el gran soporte está en realidad en la zona de 1040. Allí sí seríamos partidarios de comprar con los ojos cerrados.
Pero, como el riesgo está en perderse un movimiento de test hasta los 1527 y dejar el gran soporte para otra ocasión, sólo abandonaríamos los largos en el oro si caemos de 1350. Largos por arriba de 1350 y cortos por abajo.