Madrid, 8 may (.).- El presidente del Consejo Económico y Social, Anton Costas, ha reclamado a la Unión Europea que actúe como "hada madrina" y no como "madrastra" a la hora de aplicar las nuevas reglas fiscales, para no perjudicar las inversiones que son necesarias para afrontar retos como la descarbonización o el empleo.
Costas ha puesto de manifiesto que "la vuelta a la castidad o a la virtud fiscal" tiene que equilibrarse necesariamente con el gasto que se va a tener que dedicar a afrontar el desafío climático y la transformación tecnológica, a reforzar la competitividad de la región y la creación de empleo, así como a aumentar los niveles de cohesión social y territorial.
Ha sido en la presentación del informe "La gobernanza económica de la Unión Europea", aprobado por el pleno del consejo, con el que quiere abrir el debate de cara las elecciones europeas sobre la necesidad de que se mantenga el papel de "hada madrina" que la Comisión Europea ejerció durante la crisis sanitaria, en lugar del de "madrastra" adoptado en la crisis financiera iniciada en 2008.
Sin renunciar a la sostenibilidad de las finanzas públicas, el CES pide crear y reforzar mecanismo de apoyo presupuestario para impulsar la inversión desde el ámbito europeo, recuperando programas como el SURE que se implementó durante la pandemia para mantener el empleo y extendiendo el " Next (LON:NXT) Generation" más allá de 2026.
También aboga por retomar la idea de emitir deuda pública europea mutualizada, por avanzar en un mercado de capitales conjunto que permita usar el ahorro europeo en beneficio propio y que no sea captado por fondos internacionales, así como por completar la unión bancaria en lo que tiene que ver con la garantía común de los depósitos bancarios.
No obstante, el ponente del informe, Antonio Romero, ha destacado que las nuevas reglas fiscales "avanzan más en la dirección de la madrina", dado que se mantiene la exigencia de estabilidad con un déficit por debajo del 3 % del PIB y una deuda inferior al 60 % del PIB, pero que se conjuga con cláusulas de escape nacional, con la posibilidad de extender la senda de ajuste a 7 años o con la exclusión del gasto neto de partidas como la protección de desempleo o los intereses de la deuda.