El miércoles, la institución financiera ING proporcionó información sobre la posible trayectoria del dólar neozelandés (NZD) tras los últimos datos del índice de precios al consumo (IPC) del país. ING anticipa que el tipo de cambio NZD/USD puede seguir bajando, alcanzando potencialmente el nivel de soporte de 0,5800 en un futuro próximo.
Las cifras del IPC del primer trimestre en Nueva Zelanda indicaron un descenso interanual del 4,7% al 4,0%, alineándose con las expectativas del mercado. Sin embargo, la inflación no comercializable, que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) vigila de cerca, sólo disminuyó ligeramente del 5,9% al 5,8% interanual, en contra de las expectativas de consenso de una caída más significativa.
La lenta desaceleración de la inflación no comercial refleja presiones persistentes, posiblemente ligadas al reciente aumento de la inmigración neta, que ha sido un punto de debate en cuanto a su efecto global sobre la inflación. El RBNZ no se ha pronunciado definitivamente sobre si el aumento de la población es netamente inflacionista, dado que también contribuye a aliviar las restricciones de la oferta de mano de obra.
Los últimos datos respaldan la postura de línea dura adoptada por el RBNZ en su reunión de abril. Las expectativas del mercado se inclinan ahora hacia un recorte de los tipos de interés de 35 puntos básicos para finales de año, lo que ING considera una previsión razonable. La propia proyección de ING sugiere una relajación más agresiva de 50 puntos básicos en Nueva Zelanda este año, a partir de octubre.
Sin embargo, también reconocen la posibilidad de que el RBNZ opte por una reducción más conservadora de 25 puntos básicos, o potencialmente ningún recorte, debido a la persistente inflación y a una Reserva Federal estática.
A pesar de la publicación del IPC, el NZD no experimentó un repunte, incluso cuando los tipos del NZD a 2 años cedieron 7 puntos básicos. Según ING, el papel predominante del sentimiento de riesgo en la negociación del NZD actualmente eclipsa los indicadores económicos nacionales.
Perspectivas de InvestingPro
En medio de los debates sobre la trayectoria potencial del dólar neozelandés y la política monetaria del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ), es esencial tener en cuenta la salud financiera y las métricas de rendimiento de los principales actores del mercado. A continuación, InvestingPro ofrece algunas ideas que podrían proporcionar un contexto más amplio a los indicadores económicos que afectan a los movimientos de las divisas.
Una de estas empresas, a la que nos referiremos como Empresa DX para mantener la confidencialidad, muestra un panorama financiero heterogéneo. La capitalización bursátil de la empresa se sitúa actualmente en 677,63 millones de USD, lo que refleja su valor percibido por el mercado de valores. Sin embargo, la relación PER, tanto corriente como ajustada para los últimos doce meses a partir del cuarto trimestre de 2023, se sitúa en -45,48 y -49,02 respectivamente, lo que indica que los inversores han estado pagando más por los beneficios de la empresa de lo que podría estar justificado por sus ingresos netos.
A pesar de los ratios P/E negativos, el ratio PEG de la empresa DX para el mismo periodo es de 0,45, lo que sugiere que los beneficios de la empresa podrían crecer a un ritmo que la convertiría en una inversión más atractiva a largo plazo. Además, la relación precio/valor contable es de 0,89, lo que podría implicar que las acciones están potencialmente infravaloradas en relación con sus activos.
En cuanto a los ingresos, la empresa DX ha experimentado un descenso significativo, con una variación del -84,89% en los últimos doce meses a partir del cuarto trimestre de 2023, y un crecimiento trimestral de los ingresos del -35,86% para el cuarto trimestre de 2023. Este fuerte descenso es una métrica crítica para los inversores, ya que podría ser señal de desafíos subyacentes dentro de la empresa o el sector en el que opera.
InvestingPro consejos sugieren seguir de cerca la próxima fecha de ganancias de la compañía el 22 de abril de 2024, ya que podría proporcionar más información sobre su salud financiera y las perspectivas futuras. Otro consejo es considerar la rentabilidad por dividendo de la compañía, que a partir de los últimos datos, se sitúa en un atractivo 12,87%. Esta elevada rentabilidad podría ser un signo de confianza de la empresa en su capacidad para generar flujos de caja, o una señal de alarma si es insostenible.
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