La última encuesta de Bank of America, conocida como Fund Manager Survey (FMS), indica el sentimiento inversor más positivo visto en los últimos dos años, con un cambio notable en el comportamiento de los inversores y las expectativas del mercado.
Los inversores han aumentado sus inversiones en acciones estadounidenses, especialmente en el sector tecnológico, hasta alcanzar los niveles más altos desde noviembre de 2021 y agosto de 2020, respectivamente. Este cambio se ha traducido en una disminución de las inversiones en efectivo, materias primas, mercados de países en desarrollo, valores considerados de menor riesgo y valores del sector energético -este último experimenta su nivel de inversión más bajo desde diciembre de 2020-.
Las tenencias medias de efectivo de los inversores han caído al 4,2% desde el 4,8%, lo que sugiere una mayor disposición a asumir riesgos a medida que las expectativas de crecimiento económico mundial alcanzan su punto más alto en dos años.
Este aumento de la confianza ha hecho que los inversores incrementen considerablemente sus inversiones en valores tecnológicos de Estados Unidos, lo que ha hecho que el indicador Bank of America Bull & Bear se sitúe en 6,8. Esto sugiere que los actuales niveles de inversión pueden suponer un reto para los activos asociados a un mayor riesgo.
Por primera vez desde abril de 2022, la preocupación por una posible recesión económica ha disminuido entre los inversores. El optimismo con respecto al crecimiento económico mundial ha alcanzado niveles no observados desde febrero de 2022, con un -25% neto de inversores que tienen ahora una perspectiva positiva.
En cuanto a la dirección económica para este año, dos tercios de los inversores encuestados esperan una desaceleración económica leve, una quinta parte no espera ninguna desaceleración económica y solo una décima parte prevé una desaceleración económica grave, según la interpretación de los analistas de Bank of America.
La fuerza motriz de este sentimiento positivo es la anticipación de unos tipos de interés más bajos. Pocos inversores prevén un aumento de los tipos de interés a corto plazo, y sólo el 7% espera una subida de las tasas de inflación.
Una abrumadora mayoría, el 85%, anticipa una mayor diferencia entre los tipos de interés a corto y largo plazo, y un porcentaje récord, el 46%, de los encuestados cree que el gasto público y las políticas fiscales están fomentando excesivamente el crecimiento económico.
En las pautas de negociación, apostar fuertemente por un grupo de siete valores influyentes se ha convertido en la operación más popular desde que se apostó fuertemente por el dólar estadounidense en octubre de 2022, lo que indica un notable punto de inflexión.
Además, apostar en contra de las acciones de China es la segunda operación más popular, con una cuarta parte de los inversores recomendando una inversión consistentemente más baja en acciones chinas.
Para los inversores que se plantean realizar operaciones en contra de las tendencias predominantes del mercado, sus elecciones dependen de sus perspectivas económicas: los que esperan una grave recesión económica sugieren invertir más en efectivo, en valores de menor riesgo y apostar en contra de los valores de Estados Unidos y Japón, así como de los valores tecnológicos. Por el contrario, los que no esperan una desaceleración económica prefieren invertir en materias primas, energía, el dólar estadounidense y apostar en contra de los bonos.
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