El lunes, Bank of America proporcionó información sobre la próxima reunión de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) prevista para el viernes 26 de abril de 2024. Los analistas del mercado, incluidos los de Bank of America, predicen que el BoJ mantendrá su actual rango objetivo para el tipo de interés a un día sin garantía en el 0-0,1%.
Este consenso se produce tras la salida del BoJ de la política de tipos de interés negativos y una importante revisión de su marco monetario el 19 de marzo.
El reciente paso del BoJ de una relajación extraordinaria a una "normal" ha sentado las bases para que el banco central evalúe el impacto de estos cambios antes de considerar nuevos ajustes. El gobernador Ueda, en un seminario celebrado el viernes, indicó que la atención inmediata del banco se centraría en evaluar los efectos de las recientes modificaciones de la política sobre la economía y la inflación.
En consecuencia, no se esperan cambios en la orientación del BoJ sobre el mantenimiento de unas condiciones financieras acomodaticias y la continuación de sus compras de bonos del Estado japonés (JGB) al volumen actual.
A pesar de que se prevé que la política monetaria no cambie en la próxima reunión, los inversores esperan con impaciencia el informe trimestral de perspectivas, la conferencia de prensa del gobernador Ueda posterior a la reunión y el resumen de opiniones, previsto para el 9 de mayo, en busca de pistas sobre futuras subidas de tipos y ajustes en las compras de JGB. Las recientes declaraciones del gobernador Ueda, incluidas las realizadas en un seminario y en una entrevista concedida al Asahi Shimbun el 5 de abril, sugieren que la decisión del Banco de Japón de poner fin a su política de tipos de interés negativos se vio influida por la creciente certeza de alcanzar su objetivo de inflación del 2%.
El gobernador Ueda también reconoció que las tendencias salariales y su posible impacto en los precios, especialmente en el sector servicios, son datos fundamentales para el BoJ. Además, señaló la influencia de los movimientos de las divisas en el ciclo de los salarios y los precios, sugiriendo que un yen más débil podría requerir una respuesta de política monetaria.
Las proyecciones del BoJ de enero anticipan una inflación subyacente ex-energía del 1,9% de media en los años fiscales 2024 y 2025. Sin embargo, la reciente evolución del ciclo de precios y salarios, que condujo a la revisión de la política monetaria de marzo, puede llevar al Banco de Japón a ajustar al alza sus previsiones de inflación, posiblemente hasta el 2% o más. Además, se espera que el Banco de Japón presente sus previsiones para el ejercicio 2026, con una inflación subyacente sin energía en torno al 2%, al tiempo que posiblemente revise a la baja sus previsiones del PIB para el ejercicio 2024 debido al crecimiento negativo previsto, afectado por las perturbaciones de la oferta.
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