Por Nidal al-Mughrabi y Ahmed Mohamed Hassan
EL CAIRO, 8 abr (Reuters) -Hamás rechazó una propuesta israelí de alto el fuego formulada en las conversaciones de El Cairo, dijo el lunes un alto cargo del grupo, y el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que se había fijado una fecha para la invasión de Ráfah, el último refugio de Gaza para cientos de miles de palestinos desplazados.
Israel y Hamás enviaron equipos a Egipto el domingo, tras la llegada el sábado del director de la CIA, William Burns, cuya presencia puso de relieve la creciente presión estadounidense en favor de un acuerdo que libere a los rehenes retenidos en Gaza y haga llegar ayuda a los civiles afectados.
Sin embargo, Ali Baraka, alto cargo de Hamás, dijo a Reuters: "Rechazamos las últimas propuestas israelíes de las que nos ha informado la parte egipcia. El politburó se ha reunido hoy y así lo ha decidido".
Otro responsable de Hamás había dicho antes a Reuters que no había habido ningún avance en las negociaciones.
"No hay ningún cambio en la postura de la ocupación y, por tanto, no hay nada nuevo en las conversaciones de El Cairo", dijo la fuente de Hamás, que pidió no ser identificada. "Todavía no hay progresos".
No se conocieron de inmediato los detalles de la propuesta.
El lunes en Jerusalén, un día después de que las fuerzas israelíes se retiraron de algunas zonas del sur de Gaza, Netanyahu dijo que había recibido un informe detallado sobre las conversaciones de El Cairo.
"Trabajamos constantemente para alcanzar nuestros objetivos, en primer lugar la liberación de todos nuestros rehenes y lograr una victoria completa sobre Hamás", dijo Netanyahu.
"Esta victoria requiere la entrada en Rafah y la eliminación de los batallones terroristas que allí se encuentran. Sucederá, hay una fecha", dijo, sin detallar cuándo.
Rafah es el último refugio de los civiles palestinos desplazados por los incesantes bombardeos israelíes que han arrasado sus barrios de origen, además es el último reducto significativo de las unidades de combate de Hamás, según Israel.
Más de un millón de personas se hacinan en la ciudad meridional en condiciones desesperadas, con escasez de alimentos, agua y refugio. Gobiernos y organizaciones extranjeras han instado a Israel a no asaltar Rafah por temor a una masacre.
Cientos de residentes que habían estado viviendo en tiendas de campaña en Rafah se aventuraron el lunes a regresar a sus devastadas zonas de origen tras la retirada israelí. Algunos se desplazaron en carretas tiradas por burros, calesas y vehículos de plataforma abierta, mientras que otros simplemente caminaron.
"Es un shock, un shock (...) la destrucción es insoportable", dijo el residente Mohammed Abou Diab. "Voy a mi casa y sé que está destruida. Voy a remover los escombros para sacar una camisa", añadió.
Funcionarios médicos palestinos dijeron que sus equipos habían recuperado más de 80 cadáveres de las zonas donde los soldados operaron en los últimos meses.
Las potencias occidentales han expresado su preocupación por el elevado número de víctimas civiles palestinas y la crisis humanitaria derivada de la arremetida militar israelí para destruir a Hamás en la densamente poblada Franja de Gaza.
Unos 33.207 palestinos han muerto en seis meses de conflicto, informó el lunes el Ministerio de Sanidad de Gaza. La mayoría de los 2,3 millones de habitantes del enclave carecen de hogar y muchos corren riesgo de hambruna.
(Información de Nidal al-Mughrabi; editado por Michael Georgy y Mark Heinrich; editado en español por Javier López de Lérida)